lunes, 27 de octubre de 2008

Algunas reflexiones político - contingentes de la autoproclamada Reyna del Under:

EL LADO B DE LOS 80

por eli neira


¿Se han fijado que la tendencia tan en boga por estos días de recordar los 80, omite, en la mayoría de los casos, un detalle nada menor de la época, y es el hecho ya por nadie cuestionable de que durante los 80, en este país vivíamos una dictadura militar, con todo lo que eso implica. Es decir, que además de la irrupción del pop, el rock latino y otros fenómenos digamos del orden estético artístico mediático, sobre los cuáles se ha basado hasta el momento la revisión, en el territorio nacional, durante la década de los 80, se libraba una contienda no por silenciosa menos cruda y una buena parte de la población vivía una pesadilla horrorosa.¿Cómo recordar a Madonna con sus peinados raros, sus chiches baratos colgando de todos lados y a las clones locales que se multiplicaban como bacterias así en las poblaciones como en el barrio alto y olvidarse de los cortes de luz tan recurrentes en la noche santiaguina ochentera?
¿Cómo recordar Flash Dance cuya coreografía replicábamos torpes pero entusiastas, con mis compañeras de la básica y olvidar que a veces en la mañana cuando mi papa me iba a dejar al colegio que quedaba en la Gran Avenida, en la citroneta amarilla, cruzando la Legua, no era raro ver un muerto atravesado en la cuneta, y había que hacerle quite a las fogatas todavía prendidas, sortear los restos de la guerra misteriosa que ocurria durante las noches en las poblaciones de Santiago, donde se hizo la resistencia.
O cómo recordar las poleras mary claire tan rosadas y celestes de mi hermana y olvidar el día que ella apareció con una de sus poleras color pastel, en la portada de un diario capitalino, piedra en mano, en una protesta en medicina en la Chile, cosa que tenia estrictamente prohibido. Imposible olvidar el quilombo que se armo en la casa después una vez que detalada.
Señores me parece un poco irresponsable pretender hacer un recuento de una época manchada de sangre y omitir justamente eso, el eje sobre el cual giraron y giran hoy todos los demás significantes. Los 80 en Chile no sólo fueron raros peinados nuevos y programas decadentes de televisión, los primeros punks, y new wave, las primeras revistas de cómic y un reventón que marcó el despertar de una nueva conciencia. También fue un periodo oscuro, oscurísimo, si no el más oscuro de nuestra historia. Me pregunto cómo se puede ser nostálgico de una parte de la historia sin pretender un entendimiento sobra la otra, la que le dio origen. Si los 80 fueron intensos, fue justamente porque vivíamos zamarreados por una constante, cotidiana e inconmensurable violencia. Señores, hubo mucha gente que dio la vida para que llegara la democracia a este país y también hubo gente que murió tratando de defender lo contrario.
En lo personal lo que más recuerdo de entonces es que todo tenía sentido, salir a la calle, organizarse, ir a las marchas, a las fiestas en toque de queda, escuchar a los prisioneros en cintas que eran un asco de lo carreteadas que estaban, escuchar Victor Jara, Silvio Rodríguez, Congreso, Inti Illimani, Los Jaivas, La Violeta en casas que no eran la mía, siempre donde los papas de alguna amiga, ex sindicalistas, exiliados que regresaban con las primeras oleadas de gente a la que se le permitió volver al país. Escuchar esa música era un acto que estaba revestido de compromiso y peligro. Eran himnos rojos y algún vecino podía sapear. La delación se practicó asiduamente durante los 80. Eso también es algo difícil de olvidar. En los 80 vivíamos en un constante estado de miedo. Había secretos por todos lados. Todas las familias escondían algo. Incluso se rumoreaba que las monjitas de mi colegio, tan pacatas y castradoras, por esos años, escondieron y ayudaron gente, tal y como ocurrió en muchas capillas (de las poblaciones sobre todo), los llamados curitas rojos, muchos de los cuáles cayeron acribillados por los milicos. Eso lo recuerdo también.
A fines de los 80 el miedo derivó en euforia. El plebiscito y todo lo que le antecedió, nos mostró a todos que éramos muchos. Ni nosotros sabíamos que éramos tantos los que queríamos que pinocho se fuera de una puta jodida vez, los que odiábamos al viejo por sobre todas las cosas, el viejo rechuchasumare y todo lo que él representaba, la derecha, el conservadurismo, el capitalismo, y todo ese orden impuesto a culatadas.
Nuestro romanticismo adolescente llegó al máximum de su éxtasis cuando finalmente ganó el NO y el viejo hizo como que entregaba el poder. Creímos en eso y en muchas otras cosas durante aquellos felices días. Muchos creímos, todos creímos que las cosas cambiarían al fin. Que lo que a Allende no lo dejaron hacer finalmente se haría, de alguna manera, democrática y moderna pero con igualdad, porque habíamos ganado, porque eso nos dijeron. Y no fue así. No fue asi.
¡Quien no recuerda el espíritu de carnaval que trajo el No! Había gente que lloraba, que se abrazaba, y salía a la calle con pósters de Allende que habían sobrevivido a los allanamientos, gente humilde, gente que sería engañada una vez más.
Luego vino la desilusión, la indolencia generalizada, las trampas, las máscaras que caen, y ya estoy hablando de los 90 y de la traición. Porque sepan ustedes que tengo una teoría y es que somos una tierra de traidores, Pinochet traicionó a Allende, luego la concertación traicionó en no pocas ocasiones al pueblo que hizo posible con sus piedras, con sus muertos, con su resistencia, la llegada al poder del conglomerado y hoy por hoy, con la brújula mas perdida que el teniente bello, famélico, empobrecido, embrutecido a fuerza de ignorancia y caca mediática, el pueblo se traiciona si mismo, todos los días, porque no hay otra salida, porque como dejaron las cosas sólo se sobrevive si te conviertes en un cerdo o un tiburón. Y luego por la tele la vieja se queja de la delincuencia, todos pregonan contra el flagelo de la delincuencia como si no fuera el mismísimo sistema de acumulación y abusos, el que fabrica margen y delincuencia al mismo ritmo y proporción que fabrica chatarra.
Tengo otra teoría y es que somos una raza de gente o muy heroica o muy cobarde, porque el que tiene la necesidad de traicionar lo hace por miedo. El clásico “si puedo, te cago, tan local, tan identitario”, contaminando todas nuestras relaciones, llenando de caca todos los jardines, el del vecino y el nuestro, es puro y duro miedo, como el miedo que tuvimos todos en los 80, el miedo apretando nuestra musculatura facial, cubriendo como una delgada capa de ceniza todos los muebles de todas las casas, en todos los barrios de todo el país.
Por eso digo que excluir la omnipresencia, la marca de terror y sangre que nos dejó el gobierno militar en todos los aspectos de nuestra vida por aquellos locos años 80, me parece, vaya paradoja, muy pinochetista.
Señores si van a hablar de un periodo histórico que involucra una estado de guerra como el que vivimos acá, no pueden ustedes sino hacerse medianamente cargo de lo que implica semejante tarea porque hay mucho dolor en mucha gente aun.
Me parece que hacerse el sueco como ha estado ocurriendo en estos recuentos de los 80 tan de moda por estos días, y que al parecer sólo tienen por finalidad lucrar con una nostalgia de verdad y de compromiso; No decir nada de las desapariciones, la persecutoria, la perdida paulatina de los derechos de los trabajadores, la imposición violenta de un nuevo modelo económico; no mencionar siquiera lo que nos tocó a todos de múltiples maneras, estuviéramos en el lugar que estuviéramos porque la violencia siempre es extensiva. (Eso también lo aprendimos en los 80). Omitir eso, me parece una falta de espeto para toda la gente que lo paso como el hoyo en esos años, gente que fue torturada, perseguida, que no pudo seguir estudiando, que fue obligada a desterrarse, gente presa, familias separadas, vidas quebradas, destruidas por la violencia de estado. Me atrevo a mas y digo que omitir eso es inmoral señores, infinitamente mas inmoral que mis tetitas al sol y además es enfermo, le hace mal al inconsciente colectivo de este país. ¡Sicología básica coño!!!
*Si quieres leer más a la Eli Neira visita http://elizabethneira.blogspot.com/

jueves, 2 de octubre de 2008

Rompiendo el género

¿Qué es el Género?

Cuando hablamos de género, hablamos de construcción social, o sea, una realidad creada a partir de una estructura, difundida, que luego con la interacción entre las personas se desarrolla como si fuera natural. Por ejemplo, el estereotipo de belleza física es una construcción social, porque si nos dicen “una mina rica” no se nos ocurriría pensar que es gorda o peluda, puesto que es difundido por todos los medios de comunicación que las minas ricas se acercan a las medidas de una barbi (reflejo de una cultura completamente machista).

El género es el resultado de la transformación, proveniente de sistemas culturales, religiosos, históricos, ideológicos y económicos, del sexo biológico, en un conjunto de roles que rigen las relaciones humanas estableciendo pautas de comportamiento que dependen de si se nace con vagina o pene. Esto significa que tareas, formas de ser, pensar y sentir, los hábitos que tenemos, entre muchas otras cosas, son inculcados por la sociedad desde que somos guaguas hasta que las asumimos como naturales, es por esto que, por ejemplo, se tiene la visión de que por naturaleza, la mujer es más romántica y el hombre es más caliente. Que exista una mujer romántica o un hombre calentón no deja de ser cierto, quizás en personas particulares, pero esto no significa que todas las que tenemos vagina seamos amantes de las flores y queramos esperar a enamorarnos perdidamente para tirar, ni que todos los que tienen pene andan todo el día pensando en sexo. Si existen algunos(as) que mantienen comportamientos que concuerdan con lo que el genero impone, por ejemplo, “las mujeres son románticas”, no es porque tenga
n un gen de mujer, sino porque se les ha enseñado a pensar y a sentir de esa forma. Hay gente que en muchos casos, no tiene problema con encajar en el patrón de género, muchas normas las cumplen cómodamente porque estas normas se ajustan a lo que ellas (os) sienten que tienen que hacer; pero en gran cantidad de casos (y no en minorías como se suele pensar) muchos (as) no queremos encajar con este patrón porque se opone a lo que sentimos, es cuestión de pensar lo que significa para un hombre que siente atracción sexual y emocional hacia otro hombre, la exigencia social de que le gusten las mujeres.

Según el patrón de género existe una diferencia entre mujeres y hombres, y esa diferencia produce una dominación del hombre hacia la mujer, esto lo vemos a nivel social, o sea traspasa las relaciones individuales y particulares; esta relación de dominación se respalda en un sistema: el patriarcado.

Y a quién le sirve el género…
Hablamos de que es un sistema el que promueve esta información, y tiene arraigos, por un lado, en la religión. Si pensamos en el mundo occidental, la iglesia católica se ha encargado de difundir una visión de lo que debería ser el género y la sexualidad, muchos de sus criterios de género se han masificado y han sido ratificados por las mismas personas. La postura de la iglesia parte de que la mujer y el hombre fueron creados a imagen y semejanza de dios, y que el deber de estos en la vida para con su sexualidad es la reproducción y manifestación de amor entre un hombre y una mujer, lo que implica que deben inculcarle a sus hijos (as) los mismos valores católicos en torno a la sexualidad: la virginidad, la heteronormatividad (imposición de relaciones sexuales y amorosas entre hombres y mujeres exclusivamente, descartando las relaciones homosexuales), etc. Así, se descarta la sexualidad como fuente de placer, porque siempre debe estar ligada a tener más guaguas y “entregarse en un acto de amor”, lo cual todas(os) sabemos que esta muy lejos de la realidad; en esto se incluye la masturbación, catalogada por esta institución como un desorden en el comportamiento sexual, y no como una actividad completamente sana y natural. Vemos cómo las mujeres, según la iglesia, deben apegarse a su rol reproductor, mostrándolas como madres y esposas en lugar de existir en función de ellas mismas y sus propias decisiones; así, vemos una mujer pura y casta, no una mujer que siente placer, se excita y ama los orgasmos, eso para dios sería un pecado. Creemos que esta imagen de dios como un ente represor y castigador de las voluntades personales que la iglesia católica se encargo de propagar, es una estrategia para mantener el “orden” y la dominación de los(as) que tienen poder, porque si todas (os) funcionáramos a favor de lo que sentimos, creemos y pensamos, se les caería este modelo armado en favor de unos pocos, porque ese modelito se alimenta de todos (as) nosotros (as), la moral la crean unos cuantos, no es algo natural, no es algo sobrehumano, no es algo divino, es algo construido con un objetivo.
La dominación de clase y de género tienen puntos de unión. Así como el patrón (a) explota al trabajador(a), el hombre domina a la mujer. El sistema capitalista y el sistema patriarcal actúan en conjunto, son solidarios entre sí. Antes de la integración de la mujer al mundo laboral, para el capitalismo las mujeres eran mano de obra gratis ya que se ocupaban de todo el trabajo que permitía la subsistencia y reproducción de la clase obrera sin ser remuneradas (todo el trabajo doméstico como hacer la comida, lavar la ropa, etc., para que el obrero pudiera sobrevivir, además de cuidar a las(os) hijas(os) que a futuro seguirían perpetuando el mismo orden); con la integración de la mujer al mundo del trabajo, igual no más les sigue siendo útil el modelo de mujer moldeado a través de la figura de la dueña de casa, porque independiente de que muchas mujeres trabajen, sigue presente en ellas esa idea de estar a disposición de otros. Por otro lado, el género nos hace ver como el sexo debil, lo cual hace que en las pegas nos paguen menos y solo servimos para ciertas tareas, además de salir más caras para este sistema, debido al papel reproductor que se nos asigna. Colgamos nuestras vidas a la disposición de otros(as).
Otra relación entre patriarcado y capitalismo se ve en la heteronormatividad y la familia nuclear (papá, mamá e hijos (as)) como base de la sociedad: ¿qué pasaría si las parejas homosexuales se propagan a tal nivel que baje la tasa de natalidad y las parejas heterosexuales decidieran no tener hijos(as)? El capitalismo necesita mano de obra en exceso para poder explotar a los(as) trabajadores(as) a su antojo, de modo que si hay inconformidad con las condiciones laborales que se ofrecen “afuera hay 1000 más dispuestos(as) a aceptarlas” y si bajara la natalidad esta situación tan cómoda para los capitalistas se vería amenazada.
Con esto hacemos un llamado a la conciencia de género y de clase, como dos cosas que hacen que nos opriman y que van de la mano en muchos casos, hay que decir que hay mujeres que solo viven una opresión desde el género, y no desde la clase, porque existen muchas que nos explotan igual que los hombres, que se llenan los bolsillos con el trabajo y la pobreza de otras (os). Muchas personas pensaron que la llegada de Bachelet al gobierno iba a producir cambios en el papel que tiene la mujer, pero vemos que Bachelet esta a favor de un modelo excluyente, que es el neoliberal, y al mantener este sistema sigue perpetuando las opresiones tanto de clase como de género, sigue permitiendo que instituciones como la iglesia se metan en las decisiones de la mujer, sigue reprimiendo a la gente que reclama sus derechos en las calles, permitió que se prohibiera la píldora, sigue otorgándole privilegios a unos pocos, no cambia nada, no serian diferentes las cosas si el presidente fuera hombre.
Siempre se ha pensado clase y genero como temas aparte, pero vemos que son dos problemas funcionales entre si, que se prestan ropa para mantenerse, y que por lo mismo hay que luchar contra la dominación, contra el poder, no sólo contra una forma de opresión.
El género excluye, oprime, mata los deseos personales, anula la capacidad de decisión, deseamos ser libres, no que nos digan desde cabras(os) chicas (os) como debemos ser. No estamos enfermas porque seamos mujeres y nos guste otra mujer, no soy desviada si me siento mujer y tengo pene, no soy amargada por reclamar que no es justa mi posición en esta sociedad y que tengo las mismas capacidades que un hombre. Todos estos adjetivos como amargada, desviada, enferma, y muchos más, van al lado de estas situaciones erradamente, porque no existe un orden natural de las relaciones humanas, estas relaciones se van construyendo según las necesidades de cada cual. Por esto exigimos un espacio real en la sociedad, no migajas, ni cuadras alejadas del mundo muy bien normado.

Para vivir sin amarras hay que vivir sin poder, y el género es una forma de poder, por eso hay que deshacerlo.

sábado, 27 de septiembre de 2008

VIII Festival Víctor Jara San Pedro de la Paz


Encuentro popular de organizaciones autónomas Sábado 27 septiembre
Creando unidad desde la autogestión
Este sábado se realizó el segundo encuentro popular de organizaciones autónomas en Bocasur, enmarcado en la celebración del VIII festival de todas las artes Víctor Jara. Con el objetivo de compartir experiencias de lucha de movimientos autónomos, aunar fuerzas y avanzar cada vez con más solidez, nos congregamos en un espacio calido y fraterno, donde las multiplicidades juntas construyeron una sola identidad. La idea es fortalecernos como movimiento que no depende de la institucionalidad, generando unidad en la acción de quienes luchamos para abrir camino hacia la autodeterminación de los pueblos y por supuesto, nuestra libertad.
El tema central fue el crear la unidad desde la autogestión, tema que reboto por las paredes de la sede en todas las temáticas tratadas: Trabajadorxs, educación popular, pobladorxs, feminismo y medios de contra información. Los temas se abordaron en mesas de trabajo, las cuales, luego de una discusión bastante potente, expusieron los puntos clave de la discusión a la totalidad de lxs asistentes, quienes opinamos y ampliamos aún más el debate.

Cada unx aporto con variadas visiones, desde las experiencias más sensibles hasta las más concretas, colaborando con compromiso en su discurso, con ideas y rutas por las cuales encausar la lucha.
En palabras de quienes compartieron hoy, podemos decir que la educación popular es el punto de llegada donde siempre hay que volver a partir, no es solo medio sino también constituye un fin que alcanzar, el llegar a fomentar el desarrollo de lxs sujetxs criticxs de la realidad. La educación popular es una de las armas con las balas más fuertes para conseguir la libertad de las mujeres y de los hombres, puesto que se construye desde nuestra propia cultura, desde las calles, desde nuestra marginalidad y nuestra verdad, con respeto, con solidaridad, con justicia y horizontalidad, dándole distintos matices desde las distintas historias que múltiples sujetxs tienen, haciendo del saber un espacio creativo, un cúmulo de experiencias que se juntan para crecer, para luchar y para empapar de rebeldía nuestro actuar cotidiano. Toda educación es política, lo es la educación formal, y por esto, con la misma fuerza hay que hacer educación popular, para no quedarnos en la historia de progresos, recuperando la historia que nos fue borrada, para construirla desde abajo, generando una sola identidad que nos fortalezca. El aprendizaje esta impregnado en las paredes del los barrios, esta en quien despierta todas las mañanas, en las voces de lxs niñxs, en quienes queremos crear y avanzar. Por otro lado, no muy lejano, se trato el tema de que las luchas sociales se llevan acabo en la diversidad de lugares en los cuales nos encontramos, no solo como trabajadorxs, no solo como pobladorxs, sino en nuestra multiplicidad de posiciones, imponiendo nuestra organización sobre la legalidad, luchando contra la inercia y la apatía, generando redes que ataquen el sistema transversalmente.
Por mi parte encontré satisfactorio el hecho de que se tratara el tema de feminismo, la participación fue agitada y hubo conexiones con quienes creímos que nunca las tendríamos, hay que llevar el tema a todas las esquinas, ventearlo a los vientos y revolucionarnos a nosotrxs mismxs, reconstruirnos y sacarnos la dominación de encima, construyendo de la mano con quienes nos diferenciamos, pero nos conectamos por el hecho de ser una sola fuerza social. Creo en el actuar cotidiano, creo en que la revolución se hace desde nuestras practicas cotidianas, desde como saludamos, hasta como organizamos nuestra población, no existe solo un punto que cambiar, nuestra cultura esta impregnada de sistema, por eso llamamos a romper con las estructuras que se inmiscuyen en nuestros cuerpos, a deconstruírnos y generarnos como sujetxs nuevxs que se empoderan para transformar y crear. “Revolución en la cama, en la casa y en la plaza”.
Nos despedimos entre bailes y cantos del grupo de Tinku de La legua, danza de lucha de origen aymara, el cual se esparció por los recovecos de Boca sur, invitando a la gente a tomarse la calle y convocar a más y más pobladores.
Si bien la espontaneidad nos jugo un poco chueco con el cuento de las horas, y la forma en que se abordaron los plenarios fue un tanto apresurada, vuelvo contenta a la casa, esperando que cada una de esas palabras, siga construyendo historia en cada lugar que se encuentre, concretando cada letra que se soltó para continuar haciendo camino por el cual marchar unidxs.



PARA MAÑANA, DOMINGO 28, LA INVITACIÓN QUEDA ABIERTA AL ANFITEATRO DE SAN PEDRO DE LA PAZ (laguna grande san pedro – llegan micros san remo que se toman en o higgins) PARA EL VIII FESTIVAL VICTOR JARA A PARTIR DE LAS 13:00 HRS.

Saludos fraternos!

viernes, 26 de septiembre de 2008

SAQUEN SUS ROSARIOS DE NUESTROS OVARIOS!


¡PORQUE ESTE CUERPECITO ES MIO!



Yo les voy a contar. Soy mujer y tengo un cuerpo. Tengo cabeza, cara, ojos, boca, cuello, hombros, brazos, tetas, guata, poto, vagina, piernas, pies y útero. Todas tenemos un cuerpo. Un cuerpo bello y nuestro.
Quizás suene extraño poner útero, claro, no se menciona normalmente que las mujeres lo tengamos. Pero lo repito. Tenemos útero. Está en nuestro cuerpo y no en un espacio invisible. No es sólo el lugar donde crece el bebé. Es una parte del cuerpo de la mujer.
¿A dónde quiero llegar con esto? Al útero. Sí, allí mismo. Y ¿saben por qué? Porque es del útero, como parte de nuestro cuerpo, de lo que quiero hablar.
¿Cómo nos imaginamos el útero cuando lo nombramos? ¿Cuándo es que este útero existe? En todo momento, no sólo en la maternidad. De hecho, puede que la maternidad no exista en la vida de una mujer, pero su útero sí, independiente de ésta. Existe al mismo tiempo que las manos, ojos, boca, etc. Entonces no es sólo un recipiente de guaguas. ¡Claro que no!
Si podemos decidir sobre nuestro estómago. ¿Por qué no sobre nuestro útero?
Bueno, la respuesta usual es porque albergamos una vida. Porque hay un pequeño creciendo dentro de nosotras. Ahora, la pregunta es ¿Queremos que esa vida venga a este mundo?
Por muchas razones, algunas mujeres pueden decir sí, otras decir no. Esa decisión puede ser estable o puede ser temporal. Lo importante es que pueda ser una decisión. Si una mujer, por motivos religiosos, quiere tener su bebé pese a todo, bueno, es su decisión. Respetable. Si una mujer, por motivos personales no quiere tener su bebé ¿Puede decidir qué hacer o no? ¿Es considerada Respetable?
No ignoro lo doloroso que puede ser el proceso de aborto, sobre todo para la mujer que vive en esta sociedad, que nos inculca la culpa y el temor. Sin embargo, considerando que somos responsables y concientes de nuestros actos, podemos elegir qué hacer. Por mi parte, quiero que el aborto no sea un tema tabú, quiero que se hable, se discuta, se informe. Y por supuesto, lo que más quiero es que dejen de morir mujeres pobres por abortos clandestinos, bajo condiciones insalubres o teniendo que pagar cantidades altísimas de dinero. Porque el aborto existe, por más que algunos grupos quieran cerrarnos los ojos y taparnos los oídos. Y existen también diferencias entre quienes tienen acceso a un aborto de calidad y quienes tienen que pasar las penurias ya descritas, exponiendo su cuerpo y su vida.
Nadie está diciendo que se haga una cruzada para que todas abortemos. Sólo estamos gritando por el derecho a decidir, según las convicciones y, algo muy importante, las condiciones de vida de cada una. Gritamos para que el acceso al aborto sea igualitario, para que se nos respete y se considere nuestra ciudadanía, para que no arriesguemos más cuerpos y vidas. Porque somos mujeres y tenemos cuerpo, porque somos mujeres y tenemos boca.
¡El útero es nuestro, la decisión es nuestra!

lunes, 1 de septiembre de 2008

Por dónde vamos

Editorial (Ejemplar n° 1)

¿Te has sentido presionada (o) alguna vez a hacer o dejar de hacer algo por el hecho de ser hombre o mujer? Típico que nos dicen “siéntate como señorita” o “pelea como hombre” imponiéndonos normas de cómo debemos comportarnos si somos mujeres u hombres. Esto es lo que llamamos género, esa construcción social acorde a la cultura que depende de si nacemos con vagina o pene (sexo biológico) que es funcional al sistema político, económico y moral de la sociedad. Es algo externo a nosotros (as), que nos moldea como maquinas que operan todas iguales al entregar una pauta de cómo tenemos que ser. Como vemos los patrones de género repetidos todos los días los asumimos inconciente y erradamente como naturales, como parte de una esencia humana que nos inventaron para controlarnos, llegando a encontrar rarita (o) al que no los cumple y sentirnos asqueados (as) de sensaciones de nuestros propios cuerpos y mentes cuando se supone que no “debemos” sentirlas, forzándonos a encajar en lo “políticamente correcto”, en lo “socialmente correcto”, en lo “religiosamente correcto”, en lo “sexualmente correcto” y terminamos siendo mamonamente correctas (os); reprimiendo toda la vida lo que sentimos y queremos hacer por el “qué dirán”, sin jugármelas por la mina que me gusta porque soy mujer y ella seguro que es “correctamente” heterosexual, cuidándome de no saludar de beso o abrazar mucho a mi amigo pa que no piensen que soy gay, ocultando que me encanta el sexo porque van a decir que soy una puta de mierda, preocupándome desde pendejo si soy virgen porque si no me apuro van a pensar que nunca me voy a convertir en un macho.¿Es válida tanta imposición por el hecho de nacer con vagina o con pene? Hay toda una estructura de fondo que nos dice qué pensar, cómo movernos, cómo vestir, qué desear, cómo desear, cómo nos sentamos, en qué trabajamos, que si tenemos útero es pa ser mamá, cuáles son nuestras virtudes y defectos como hombres o mujeres: la mujer “es” sensible, perceptiva, delicada, copuchenta, el hombre “es” líder, tiene fuerza, es galán y racional; si hasta cómo tirar está normado: rayando con el porno machista donde la mujer le hace la tareita al hombre preocupada de verse convencionalmente sexy pa que él la goce, y él tratando de no salirse del papel del macho que irradia potencia sexual y que deja con una sonrisa a “sus” mujeres. DEsGENERADAS pretende terminar con tanta opresión cartuchona y machista, ya basta de callarnos, hay que empezar a movernos por la unidad de las (os) excluidas (os) concientizando de que no somos una minoría los (as) que estamos chatos (as) de que nos digan como actuar, de que nos digan violentos si es este sistema el que nos violenta. Apelamos a la unidad de las distintas luchas sociales y por lo mismo no estamos ni ahí con una revolución que deje las cosas como están en el cuento de género, con “compañeros” machistas y homofóbicos que se llenan la boca con la unidad y la libertad, hay que incluir el género como algo transversal al sistema y romperlo, hay que abrir espacios de difusión para que los cambios no queden cortos.No estamos desligadas del género ni estamos dando clases de cómo hacerlo, esta revista es un cuestionamiento colectivo. Somos las que no creemos necesario sentarnos con las piernas juntitas, los que nos sentimos sexualmente atraídos por hombres, las que nacimos con pene y nos sentimos mujeres, los que no queremos cumplir un rol “protector” con nuestras novias, las que queremos legalizar el aborto, las que nos masturbamos (y harto), los que nos emocionamos porque nos regalan flores. Mas de alguna vez nos han dicho que somos unas(os) “degeneradas(os)” así que adoptamos el nombre en forma irónica como una respuesta que nos lleva a trabajar por terminar con tanta norma excluyente.

¿Qué es ser "normal"?



“SOY UNA PERSONA Y TENGO DERECHO A TENER MI PROPIO HIJO BIOLÓGICO” (THOMAS BEATIE)
Tal como se habrán enterado hace un tiempo a través de los medios, Thomas Beatie, estadounidense de 34 años, está embarazado y tendrá a su hija dentro de los próximos meses, a pesar de la oposición que ha presentado la comunidad médica y ciertos sectores de la sociedad de Estados Unidos y del mundo. Su mujer es estéril y por eso tomó él la decisión de embarazarse, porque mantuvo sus órganos reproductores femeninos. Thomas se siente hombre y es por eso que se cambió legalmente de sexo (femenino a masculino), se extirpó las pechugas y ha estado bajo tratamiento hormonal. Cuando decidieron tener un hijo suspendió el tratamiento y luego de pasar por 9 médicos que no querían atender su caso y de gastar harta plata, por fin pudo conseguir esperma de un donante anónimo y su mujer lo inseminó artificialmente en casa. Lo importante aquí, es reflexionar sobre el derecho a elegir de cualquier persona a tener hijos o a no tenerlos (métodos anticonceptivos: otro temita en discusión). Thomas afirma que el “querer tener un hijo biológico no es un anhelo masculino o femenino, es un deseo humano”. Debemos estar conscientes de toda la discriminación que ha sufrido esta pareja por el sólo hecho de que el género de Thomas “no coincide” con su sexo biológico. Porque si él se viera físicamente como una mujer y siguiera el estereotipo femenino que tenemos metido en la cabeza, esto no se hubiese convertido en noticia: "Los doctores nos discriminaban por sus creencias religiosas, algunos se negaban a llamarme por mi nombre de varón y a reconocer a Nancy como mi mujer. Los recepcionistas se reían de nosotros y la familia y los amigos nos negaron su apoyo. Gran parte de la familia de Nancy no sabía que yo era transexual". Thomas en una entrevista le hace la misma pregunta a la sociedad que me he planteado yo también desde que tengo uso de razón y que se la he hecho a muchos retrógrados: ¿QUÉ ES SER “NORMAL”?
Comienzas a caminar con toda tu fuerza y juventud y en medio del camino una señal gigante que dice: PARE. Esa arma escondida entre las miradas y los escupitajos llenos de odio e ignorancia que lanzan desde las ventanas, las viejas copuchentas del barrio. Los parásitos que salen de sus bocas castigan a los transeúntes raros, los travestis que le dicen "amiga tiene un cigarro" y a ves en la muchacha que entró al almacén de la esquina que vestía un escote degenerado. Comparten esas sabrosas bacterias en onces eternas con tazas de porcelana pintadas de flores siúticas. Las agrupan y luego las echan a la calle, como soñando que infectarán las "conductas inmorales", y luego perecerán y será todo mejor: una ciudad de gente decente.

Termina por agotar esa arma pasiva, que dispara no teniendo laposibilidad de ser castigada legalmente, y tampoco al individuo que la porta. ¿Cuándo se ha visto un paco llevándose en cana a una vieja parlanchina o a un tiburón machista que vomita por no aceptar lo apropiado, lo moralmente correcto?
Por ahora no queda más que parar, pensar, soñar y fortalecerse. Sueño con el día en que ellos vayan caminando y en medio del camino vean una señal que diga: "PARE, TERRITORIO LIBRE"

lunes, 24 de marzo de 2008

8 de marzo

DIA DE LA MUJER!? HOY FLORES MAÑANA PUÑOS!


El día de la mujer conmemora distintas insurrecciones de trabajadoras en la historia, tomándose como hecho principal el alzamiento de cientos de trabajadoras de una fabrica textil de Nueva York que protestaban por mejoras laborales tomándose la fábrica que fue quemada con ellas adentro en 1857. Además de una conmemoración, en 1910 se propuso el día como un espacio de acción política dirigida a terminar con la opresión machista (hecho gatillado por el movimiento que demandaba el voto femenino). Así se conjugaban las luchas en contra del capitalismo y sus distintas expresiones: la opresión patriarcal y la explotación laboral; conduciéndose a una lucha que acabara de una con todos los cerdos opresores.
Hoy vemos como se le ha bajado el perfil a la propuesta rebelde que comenzó en una época y que ahora ha sido absorbida por la maquina capitalista y patriarcal que sistemáticamente maquilla los acontecimientos tratando que perdamos la memoria histórica; hoy ya ni se recuerda la lucha de las trabajadoras que dio origen a este día perdiéndose el sentido político que conjugaba dos luchas tan importantes. Hoy el sistema prefiere festejar el 8 de marzo una feminidad que les sirve a ellos para perpetuar las opresiones como están, tapando con regalitos y actos superficiales la necesidad de liberación que tenemos hoy día las mujeres, de luchar contra esa maquina capitalista que nos oprime por nuestra condición de clase y de género.

Nos parece una ironía que en la pega los jefes nos hagan un desayuno mientras nos siguen pagando menos que a los hombres y buscan las formas de echarnos si es que quedamos embarazadas o nos gusta una mina; que el marido nos regale flores si después nos lleva de un combo a la cama y quién sabe si amanecemos muertas; que el gobierno diga que se las va a jugar por la mujeres pero que todavía no se haga cargo de los más de 60 femicidios del año pasado y no deje ver el significado que estos tienen como la cara más fea del machismo.

De qué nos sirve que la municipalidad de Concepción nos traiga a Douglas a cantar “tan pequeña es, tan frágil es” cuando nosotras somos grandes y fuertes, capaces de alzarnos y organizarnos de la misma forma que un hombre, de qué nos sirve si la urgencia esta en hacer conciencia acerca de esta fuerza que tenemos recordando el compromiso que tuvieron cientos de compañeras trabajadoras, madres y pobladoras. Estos actos no hacen más que marcar una cuestión superficial adscrita a nuestro genero mostrándonos como un montón de tontas que gritan por un culo masculino que se mueve en el escenario, y no como una fuerza política capaz. No es por ponerse grave pero el problema es que estas acciones fiesteras de la muni son claramente una estrategia para absorber las luchas que pudieran alimentarse conmemorando políticamente este día, a una municipalidad facha y cartuchona no le conviene dar espacios de demandas porque inmediatamente se vendrían a la mesa temas sobre aborto, el desabastecimiento de píldoras del día después en los consultorios, entre muchos otros temas que a una alcaldesa UDI y Opus dei le incomodaría tratar.

Creemos necesaria la organización en contra de las distintas formas de opresión, nunca una sin la otra. A los que están en el poder no se les puede pedir más, siempre nos van a entregar algo con un interés de ellos de fondo y siempre nos van a tratar de meter el deo en la boca, por eso tenemos que avispar nosotras (os), unirnos y trabajar en la construcción de un movimiento social que contenga todos los mundos, aprovechar los espacios como lo es el día de la mujer, y abrir nuevos.

El 7 de Marzo en el foro de la UDEC se hizo una velada para esperar, uniendo fuerzas, al 8 de marzo aclarando desde un comienzo que este acto no era una celebración sino un espacio político que permitiera recordar a todas las mujeres que en la historia nos han ido abriendo el camino de una lucha que todavía no termina en contra del orden patriarcal imperante. Esto se plasmó en los discursos de las organizadoras pertenecientes al grupo de estudios de género de la U de Conce, que nos trasladaron al escenario político de los inicios de la lucha mencionando a todas las que participaron en la construcción de este movimiento, desde los movimientos de obreras, las mujeres de elite con el feminismo liberal, el movimiento sufragista de EEUU, las feministas anarquistas, las mujeres indígenas, lesbianas, todas las que contribuyeron y siguen contribuyendo. Podemos citar las palabras de Beatriz Cid, una de las organizadoras del evento, quien por medio de una grabación con olor a libro viejo y sonido de vitrola dijo que el día de la mujer “constituye un acto fundamentalmente político que busca relevar, recordar y honrar la historia mundial de lucha de las mujeres por una real equidad de derechos; a la vez que juntar a las mujeres en la actualización de las mismas y nuevas luchas. De esta manera no es una festividad que celebra el orden imperante, sino una fecha que llama a subvertirlo.” Donde hace un llamado súper importante, un llamado a la participación de todas y todos como sujetos capaces de transformar la realidad cotidiana y también estructural en un solo movimiento unitario, un movimiento histórico y de raíz política por medio del cuestionamiento y la rebeldía.

Para esta actividad el apoyo de artistas locales como: Rocío Peña, Bernardita Ceballos, Carmen Veloso, Mireya, Escena, Feliciano Saldías, julios Popper y Barrio Sur cooperaron con la difusión del mensaje que se planeaba entregar generando un ambiente buena onda. Queremos destacar la intervención de Paris en la presentación de la banda Mireya, quien rompió el esquema típico sobre qué es ser mujer llevando el transformismo al escenario con un vestido rojo, largas piernas con pantis caladas y un humor que prendió a todo el foro; creemos que es destacable porque aclara que ser mujer es más que tener una vagina, y rompe con los esquemas de genero que tenemos tan dibujados en la cabeza, una forma de mostrar que el travestismo es una manera de ser mujer aunque el carné lo contradiga.

Al otro día las organizaciones feministas de la región convocaron a una marcha por el día de la mujer a las 12 del día en los tribunales, que por supuesto se atrasó. Inmediatamente llegan los pacos a corretearnos con su porte y virilidad, pero esta vez la marcha era autorizada y con gritos como “mujeres contra la violencia, mujeres contra el capital, mujeres contra el racismo contra el terrorismo neoliberal” o “si el papa fuera mujer el aborto sería ley, basta de patriarcado de que nos digan lo que hay que hacer” apelaban a la unidad en contra del modelo que nos oprime a todas (os). Exigiendo abiertamente la legalización del aborto a través de un comunicado leído frente a la catedral y los lienzos incitadores se provocó la ira de los estudiantes secundarios por la vida, en su mayoría hombres, que nos esperaban con globitos felicitándonos por nuestra “feminidad” y con una carencia enorme de critica hacia el machismo, quienes comenzaron a gritar “no al aborto si a la vida” dándonos ordenes sobre qué hacer con nuestro útero, destacamos que son hombres sin apartarlos de esta lucha por su condición de hombres sino que por estar ahí coartando la libertad de decidir sobre nuestro cuerpo, ellos no son los que tienen que cargar toda la vida con el embarazo y parto de un hijo no deseado. Luego el enfrentamiento se puso violento, hasta me trataron de sacar al mismísimo Satanás del cuerpo, las señoras antiaborto se enfrentaban a gritos contra los megáfonos de la marcha, por lo que la marcha siguió su ruta para seguir difundiendo un mensaje claro y no poner en duda nuestra resistencia.

Es crucial distinguir entre lo que es una lucha unitaria y una lucha personalista, esperamos que cada vez más este movimiento se vaya nutriendo de nuevas perspectivas y todas las vivencias posibles sin excluir ninguna, es por esto también que encontramos necesario incluir a los hombres no como nuestros enemigos sino como parte de la sociedad sometida a las normas de género que concientizándose hará junto a nosotras de este, un movimiento que pueda realmente cambiar esa cultura machista que hombres y mujeres tenemos incorporada y también acabar con ese aparato represor que promueve el patriarcado y todas las otras formas de opresión. No esperemos que alguien nos dirija y establezca cómo y contra quién luchamos, de esos(as) ya tenemos bastantes, hagamos de estos espacios, como lo es día de la mujer, un espacio de cuestionamiento colectivo, un espacio en que nos escuchemos y decidamos en conjunto, organizadamente. Llevemos al día a día los desafíos que nos pusimos en este día de la mujer, no olvidemos su sentido político, la memoria histórica, su estrecha relación con toda la opresión existente, no olvidemos que si el trabajo no es constante fácilmente nos pueden frenar, y los (as) que están arriba pensarán tranquilos (as) “que sigan expresándose un día al año, les damos permiso y después pa la casa”.


Agradecemos a la profe Beatriz Cid, por su compromiso y buena disposición en la elaboración de este artículo.