sábado, 27 de septiembre de 2008

VIII Festival Víctor Jara San Pedro de la Paz


Encuentro popular de organizaciones autónomas Sábado 27 septiembre
Creando unidad desde la autogestión
Este sábado se realizó el segundo encuentro popular de organizaciones autónomas en Bocasur, enmarcado en la celebración del VIII festival de todas las artes Víctor Jara. Con el objetivo de compartir experiencias de lucha de movimientos autónomos, aunar fuerzas y avanzar cada vez con más solidez, nos congregamos en un espacio calido y fraterno, donde las multiplicidades juntas construyeron una sola identidad. La idea es fortalecernos como movimiento que no depende de la institucionalidad, generando unidad en la acción de quienes luchamos para abrir camino hacia la autodeterminación de los pueblos y por supuesto, nuestra libertad.
El tema central fue el crear la unidad desde la autogestión, tema que reboto por las paredes de la sede en todas las temáticas tratadas: Trabajadorxs, educación popular, pobladorxs, feminismo y medios de contra información. Los temas se abordaron en mesas de trabajo, las cuales, luego de una discusión bastante potente, expusieron los puntos clave de la discusión a la totalidad de lxs asistentes, quienes opinamos y ampliamos aún más el debate.

Cada unx aporto con variadas visiones, desde las experiencias más sensibles hasta las más concretas, colaborando con compromiso en su discurso, con ideas y rutas por las cuales encausar la lucha.
En palabras de quienes compartieron hoy, podemos decir que la educación popular es el punto de llegada donde siempre hay que volver a partir, no es solo medio sino también constituye un fin que alcanzar, el llegar a fomentar el desarrollo de lxs sujetxs criticxs de la realidad. La educación popular es una de las armas con las balas más fuertes para conseguir la libertad de las mujeres y de los hombres, puesto que se construye desde nuestra propia cultura, desde las calles, desde nuestra marginalidad y nuestra verdad, con respeto, con solidaridad, con justicia y horizontalidad, dándole distintos matices desde las distintas historias que múltiples sujetxs tienen, haciendo del saber un espacio creativo, un cúmulo de experiencias que se juntan para crecer, para luchar y para empapar de rebeldía nuestro actuar cotidiano. Toda educación es política, lo es la educación formal, y por esto, con la misma fuerza hay que hacer educación popular, para no quedarnos en la historia de progresos, recuperando la historia que nos fue borrada, para construirla desde abajo, generando una sola identidad que nos fortalezca. El aprendizaje esta impregnado en las paredes del los barrios, esta en quien despierta todas las mañanas, en las voces de lxs niñxs, en quienes queremos crear y avanzar. Por otro lado, no muy lejano, se trato el tema de que las luchas sociales se llevan acabo en la diversidad de lugares en los cuales nos encontramos, no solo como trabajadorxs, no solo como pobladorxs, sino en nuestra multiplicidad de posiciones, imponiendo nuestra organización sobre la legalidad, luchando contra la inercia y la apatía, generando redes que ataquen el sistema transversalmente.
Por mi parte encontré satisfactorio el hecho de que se tratara el tema de feminismo, la participación fue agitada y hubo conexiones con quienes creímos que nunca las tendríamos, hay que llevar el tema a todas las esquinas, ventearlo a los vientos y revolucionarnos a nosotrxs mismxs, reconstruirnos y sacarnos la dominación de encima, construyendo de la mano con quienes nos diferenciamos, pero nos conectamos por el hecho de ser una sola fuerza social. Creo en el actuar cotidiano, creo en que la revolución se hace desde nuestras practicas cotidianas, desde como saludamos, hasta como organizamos nuestra población, no existe solo un punto que cambiar, nuestra cultura esta impregnada de sistema, por eso llamamos a romper con las estructuras que se inmiscuyen en nuestros cuerpos, a deconstruírnos y generarnos como sujetxs nuevxs que se empoderan para transformar y crear. “Revolución en la cama, en la casa y en la plaza”.
Nos despedimos entre bailes y cantos del grupo de Tinku de La legua, danza de lucha de origen aymara, el cual se esparció por los recovecos de Boca sur, invitando a la gente a tomarse la calle y convocar a más y más pobladores.
Si bien la espontaneidad nos jugo un poco chueco con el cuento de las horas, y la forma en que se abordaron los plenarios fue un tanto apresurada, vuelvo contenta a la casa, esperando que cada una de esas palabras, siga construyendo historia en cada lugar que se encuentre, concretando cada letra que se soltó para continuar haciendo camino por el cual marchar unidxs.



PARA MAÑANA, DOMINGO 28, LA INVITACIÓN QUEDA ABIERTA AL ANFITEATRO DE SAN PEDRO DE LA PAZ (laguna grande san pedro – llegan micros san remo que se toman en o higgins) PARA EL VIII FESTIVAL VICTOR JARA A PARTIR DE LAS 13:00 HRS.

Saludos fraternos!

viernes, 26 de septiembre de 2008

SAQUEN SUS ROSARIOS DE NUESTROS OVARIOS!


¡PORQUE ESTE CUERPECITO ES MIO!



Yo les voy a contar. Soy mujer y tengo un cuerpo. Tengo cabeza, cara, ojos, boca, cuello, hombros, brazos, tetas, guata, poto, vagina, piernas, pies y útero. Todas tenemos un cuerpo. Un cuerpo bello y nuestro.
Quizás suene extraño poner útero, claro, no se menciona normalmente que las mujeres lo tengamos. Pero lo repito. Tenemos útero. Está en nuestro cuerpo y no en un espacio invisible. No es sólo el lugar donde crece el bebé. Es una parte del cuerpo de la mujer.
¿A dónde quiero llegar con esto? Al útero. Sí, allí mismo. Y ¿saben por qué? Porque es del útero, como parte de nuestro cuerpo, de lo que quiero hablar.
¿Cómo nos imaginamos el útero cuando lo nombramos? ¿Cuándo es que este útero existe? En todo momento, no sólo en la maternidad. De hecho, puede que la maternidad no exista en la vida de una mujer, pero su útero sí, independiente de ésta. Existe al mismo tiempo que las manos, ojos, boca, etc. Entonces no es sólo un recipiente de guaguas. ¡Claro que no!
Si podemos decidir sobre nuestro estómago. ¿Por qué no sobre nuestro útero?
Bueno, la respuesta usual es porque albergamos una vida. Porque hay un pequeño creciendo dentro de nosotras. Ahora, la pregunta es ¿Queremos que esa vida venga a este mundo?
Por muchas razones, algunas mujeres pueden decir sí, otras decir no. Esa decisión puede ser estable o puede ser temporal. Lo importante es que pueda ser una decisión. Si una mujer, por motivos religiosos, quiere tener su bebé pese a todo, bueno, es su decisión. Respetable. Si una mujer, por motivos personales no quiere tener su bebé ¿Puede decidir qué hacer o no? ¿Es considerada Respetable?
No ignoro lo doloroso que puede ser el proceso de aborto, sobre todo para la mujer que vive en esta sociedad, que nos inculca la culpa y el temor. Sin embargo, considerando que somos responsables y concientes de nuestros actos, podemos elegir qué hacer. Por mi parte, quiero que el aborto no sea un tema tabú, quiero que se hable, se discuta, se informe. Y por supuesto, lo que más quiero es que dejen de morir mujeres pobres por abortos clandestinos, bajo condiciones insalubres o teniendo que pagar cantidades altísimas de dinero. Porque el aborto existe, por más que algunos grupos quieran cerrarnos los ojos y taparnos los oídos. Y existen también diferencias entre quienes tienen acceso a un aborto de calidad y quienes tienen que pasar las penurias ya descritas, exponiendo su cuerpo y su vida.
Nadie está diciendo que se haga una cruzada para que todas abortemos. Sólo estamos gritando por el derecho a decidir, según las convicciones y, algo muy importante, las condiciones de vida de cada una. Gritamos para que el acceso al aborto sea igualitario, para que se nos respete y se considere nuestra ciudadanía, para que no arriesguemos más cuerpos y vidas. Porque somos mujeres y tenemos cuerpo, porque somos mujeres y tenemos boca.
¡El útero es nuestro, la decisión es nuestra!

lunes, 1 de septiembre de 2008

Por dónde vamos

Editorial (Ejemplar n° 1)

¿Te has sentido presionada (o) alguna vez a hacer o dejar de hacer algo por el hecho de ser hombre o mujer? Típico que nos dicen “siéntate como señorita” o “pelea como hombre” imponiéndonos normas de cómo debemos comportarnos si somos mujeres u hombres. Esto es lo que llamamos género, esa construcción social acorde a la cultura que depende de si nacemos con vagina o pene (sexo biológico) que es funcional al sistema político, económico y moral de la sociedad. Es algo externo a nosotros (as), que nos moldea como maquinas que operan todas iguales al entregar una pauta de cómo tenemos que ser. Como vemos los patrones de género repetidos todos los días los asumimos inconciente y erradamente como naturales, como parte de una esencia humana que nos inventaron para controlarnos, llegando a encontrar rarita (o) al que no los cumple y sentirnos asqueados (as) de sensaciones de nuestros propios cuerpos y mentes cuando se supone que no “debemos” sentirlas, forzándonos a encajar en lo “políticamente correcto”, en lo “socialmente correcto”, en lo “religiosamente correcto”, en lo “sexualmente correcto” y terminamos siendo mamonamente correctas (os); reprimiendo toda la vida lo que sentimos y queremos hacer por el “qué dirán”, sin jugármelas por la mina que me gusta porque soy mujer y ella seguro que es “correctamente” heterosexual, cuidándome de no saludar de beso o abrazar mucho a mi amigo pa que no piensen que soy gay, ocultando que me encanta el sexo porque van a decir que soy una puta de mierda, preocupándome desde pendejo si soy virgen porque si no me apuro van a pensar que nunca me voy a convertir en un macho.¿Es válida tanta imposición por el hecho de nacer con vagina o con pene? Hay toda una estructura de fondo que nos dice qué pensar, cómo movernos, cómo vestir, qué desear, cómo desear, cómo nos sentamos, en qué trabajamos, que si tenemos útero es pa ser mamá, cuáles son nuestras virtudes y defectos como hombres o mujeres: la mujer “es” sensible, perceptiva, delicada, copuchenta, el hombre “es” líder, tiene fuerza, es galán y racional; si hasta cómo tirar está normado: rayando con el porno machista donde la mujer le hace la tareita al hombre preocupada de verse convencionalmente sexy pa que él la goce, y él tratando de no salirse del papel del macho que irradia potencia sexual y que deja con una sonrisa a “sus” mujeres. DEsGENERADAS pretende terminar con tanta opresión cartuchona y machista, ya basta de callarnos, hay que empezar a movernos por la unidad de las (os) excluidas (os) concientizando de que no somos una minoría los (as) que estamos chatos (as) de que nos digan como actuar, de que nos digan violentos si es este sistema el que nos violenta. Apelamos a la unidad de las distintas luchas sociales y por lo mismo no estamos ni ahí con una revolución que deje las cosas como están en el cuento de género, con “compañeros” machistas y homofóbicos que se llenan la boca con la unidad y la libertad, hay que incluir el género como algo transversal al sistema y romperlo, hay que abrir espacios de difusión para que los cambios no queden cortos.No estamos desligadas del género ni estamos dando clases de cómo hacerlo, esta revista es un cuestionamiento colectivo. Somos las que no creemos necesario sentarnos con las piernas juntitas, los que nos sentimos sexualmente atraídos por hombres, las que nacimos con pene y nos sentimos mujeres, los que no queremos cumplir un rol “protector” con nuestras novias, las que queremos legalizar el aborto, las que nos masturbamos (y harto), los que nos emocionamos porque nos regalan flores. Mas de alguna vez nos han dicho que somos unas(os) “degeneradas(os)” así que adoptamos el nombre en forma irónica como una respuesta que nos lleva a trabajar por terminar con tanta norma excluyente.

¿Qué es ser "normal"?



“SOY UNA PERSONA Y TENGO DERECHO A TENER MI PROPIO HIJO BIOLÓGICO” (THOMAS BEATIE)
Tal como se habrán enterado hace un tiempo a través de los medios, Thomas Beatie, estadounidense de 34 años, está embarazado y tendrá a su hija dentro de los próximos meses, a pesar de la oposición que ha presentado la comunidad médica y ciertos sectores de la sociedad de Estados Unidos y del mundo. Su mujer es estéril y por eso tomó él la decisión de embarazarse, porque mantuvo sus órganos reproductores femeninos. Thomas se siente hombre y es por eso que se cambió legalmente de sexo (femenino a masculino), se extirpó las pechugas y ha estado bajo tratamiento hormonal. Cuando decidieron tener un hijo suspendió el tratamiento y luego de pasar por 9 médicos que no querían atender su caso y de gastar harta plata, por fin pudo conseguir esperma de un donante anónimo y su mujer lo inseminó artificialmente en casa. Lo importante aquí, es reflexionar sobre el derecho a elegir de cualquier persona a tener hijos o a no tenerlos (métodos anticonceptivos: otro temita en discusión). Thomas afirma que el “querer tener un hijo biológico no es un anhelo masculino o femenino, es un deseo humano”. Debemos estar conscientes de toda la discriminación que ha sufrido esta pareja por el sólo hecho de que el género de Thomas “no coincide” con su sexo biológico. Porque si él se viera físicamente como una mujer y siguiera el estereotipo femenino que tenemos metido en la cabeza, esto no se hubiese convertido en noticia: "Los doctores nos discriminaban por sus creencias religiosas, algunos se negaban a llamarme por mi nombre de varón y a reconocer a Nancy como mi mujer. Los recepcionistas se reían de nosotros y la familia y los amigos nos negaron su apoyo. Gran parte de la familia de Nancy no sabía que yo era transexual". Thomas en una entrevista le hace la misma pregunta a la sociedad que me he planteado yo también desde que tengo uso de razón y que se la he hecho a muchos retrógrados: ¿QUÉ ES SER “NORMAL”?
Comienzas a caminar con toda tu fuerza y juventud y en medio del camino una señal gigante que dice: PARE. Esa arma escondida entre las miradas y los escupitajos llenos de odio e ignorancia que lanzan desde las ventanas, las viejas copuchentas del barrio. Los parásitos que salen de sus bocas castigan a los transeúntes raros, los travestis que le dicen "amiga tiene un cigarro" y a ves en la muchacha que entró al almacén de la esquina que vestía un escote degenerado. Comparten esas sabrosas bacterias en onces eternas con tazas de porcelana pintadas de flores siúticas. Las agrupan y luego las echan a la calle, como soñando que infectarán las "conductas inmorales", y luego perecerán y será todo mejor: una ciudad de gente decente.

Termina por agotar esa arma pasiva, que dispara no teniendo laposibilidad de ser castigada legalmente, y tampoco al individuo que la porta. ¿Cuándo se ha visto un paco llevándose en cana a una vieja parlanchina o a un tiburón machista que vomita por no aceptar lo apropiado, lo moralmente correcto?
Por ahora no queda más que parar, pensar, soñar y fortalecerse. Sueño con el día en que ellos vayan caminando y en medio del camino vean una señal que diga: "PARE, TERRITORIO LIBRE"